NEVADA EN EL INTERIOR DEL CENTRO MUNICIPAL DE LAS ARTES.Una instalación de Aurelio Ayela




Una nevada imposible, un ser único y ya perdido. Un poético homenaje al desaparecido “Copito de Nieve” realizado por el artista Aurelio Ayela (Alicante, 1970). Los quince metros de altura del edificio del Centro Municipal de las Artes han quedado invadidos por una nevada de “copitos de nieve” durante estas Navidades y así se quedarán hasta finales de este mes de enero. Se trata de más de quinientos ejemplares de pequeños peluches blancos que representan a este emblemático gorila, ya tristemente desaparecido, pero que ha vuelto en estas fechas desde las alturas infinitas en forma de copiosa nevada. Entre tantos ejemplares no todos son iguales, cuarenta y alguno de ellos tienen una peculiaridad que les diferencia de los otros: un guiño, gafitas, una sonrisa diferente. Le corresponde al visitante buscar al simio discrepante.

No es nueva esta instalación, sino que ha ido variando en su presentación dependiendo obviamente del espacio. Ayela la presentó originalmente hace unos años en el Centro 14, llevándose el primer premio. En aquel entonces se componía todavía de más ejemplares, los pequeños copitos caían de una nube y el gorila protagonista aún no había fallecido. Hace menos tiempo -la Navidad pasada-, en una colectiva en la Galería Parking de Alicante, se presentó con dimensiones más reducidas, los gorilitas caían en una caja con el matasellos “Made In Heaven”. En la actual, los monos forman una impresionante y auténtica cortina de copitos de nieve bajando desde el cielo. Basta soplar un poco desde uno de los descansillos de las plantas del edificio para que los copitos bailen, giren y podamos ver si los rostros son iguales o hemos encontrado un “gazapo”.

En el transcurso de estos años no ha cambiado el espíritu tierno y navideño de esta instalación, incluso ha ganado en profundidad con la “marcha” del Copito original al transformarse en todo un homenaje a un ser tan especial, pero sobre todo, esta instalación muestra el espíritu creativo de Ayela - que actualmente está exponiendo su obra pictórica en Nueva York- en su versión más lúdica y naif. Y es que desde sus orígenes en los años setenta, las instalaciones artísticas ofrecen un contacto fresco con el arte actual. Su característica más notable es el eclecticismo que mantienen tanto en los materiales utilizados como en los objetivos a lograr, lo que amplía las posibilidades creativas y plásticas de estas presentaciones que nos ofrecen ideas, filosofías, o sueños, haciéndolas tangibles, como en esta ocasión. Por un lado, una nevada en el interior de un edificio, algo en principio imposible, por otro, unos copos de nieve que no son lo esperado, sino un juego de lenguajes con pequeños primates blancos. Depende completamente del espectador el tener la oportunidad de interactuar con ella, de cuánto se deje éste transportar por la magia desplegada ante sus ojos –y sus manos- y que es una invitación, no ya a disfrutar de una obra, si no a formar parte de la misma, haciendo algo tan sencillo como dejarse llevar por el juego ofrecido por el artista.

Natalia Molinos
Asociación Valenciana de Críticos de Arte

Aquí tenéis un pequeño video que hice mientras el artista procedía a la instalación de los quinientos monitos:

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